El 27 y 28 de octubre, la ciudad de Valencia acogió la cuarta edición del festival de moda Clec. Un evento sin parangón que da visibilidad al mundo de la moda de la forma más original y creativa posible. Y en el que tuve el placer de participar desde backstage, como vestidora de las modelos.

¿Qué es lo que hace tan especial al Clec?

Este festival de moda no es una cita con la moda al uso. Es mucho más. Y es que, aúna gastronomía, música y, por supuesto, desfiles de moda y fashion talks en los que los diseñadores presentan sus colecciones. El Clec no deja de lado a nadie y acoge a diferentes figuras del mundillo. Así pues hemos podido ver a grandes artistas consagrados de la talla de Agatha Ruiz de la Prada o Dolores Cortés. Y también a creadores emergentes o todavía estudiantes de diseño de moda.

Además, el festival nos ha acercado a conocer a los diseñadores un poco más de cerca ya que han participado en la elaboración de platos de cocina también inspirados en sus colecciones de la mano de prestigiosos chefs. Diferentes dj’s, como el conocidísimo Pepino Marino, han amenizado cada noche el evento. También se han realizado charlas de moda en las que ponentes como Gilles Lipovetsky nos han descubierto entresijos de la moda actualizando, así, a los oyentes con las últimas novedades y sus enriquecedores puntos de vista.

Por si todo esto fuera poco, en el Clec también se realizaron fashion shootings en directo. En esta edición, tuve el placer de participar como estilista junto con el prestigioso fotógrafo Juan Carlos Vega en la sesión de fotos. Los estudiantes de diseño de moda la Universidad de Castellón fueron los encargados de firmar un proyecto llamado Gendreless en el que los alumnos han creado sus diseños a base de retales de camisa, para así, como no podía ser de otra manera, apoyar el tema e hilo conductor del festival: el cambio climático.

Y, como guinda del pastel, las modelos. Todas ellas, deportistas valencianas de diferentes categorías y participantes de las olimpiadas. Merche Peris, María Pina, Anna Gómez, Concha Montaner y Ruth Aguilar han prestado su imagen para visibilizar el proyecto. El cual, ha ido mucho más allá. Ruth Aguilar es participante de las olimpiadas paralímpicas y con su silla de ruedas ha aparecido en las fotografías para aportar visibilidad y sensibilización.

De esta forma, todos los asistentes pueden curiosear y aprender sobre cómo se realiza una sesión de fotografía en el mundo de la moda.

El festival, de la mano del cambio climático

El director del festival, el prestigioso diseñador de moda valenciano Miquel Suay, ha decidido poner el foco en la crisis climática que atraviesa el mundo. Tal y como aparece en la página web del festival «La actividad humana es la mayor culpable con la emisión de dióxido de carbono y otros gases responsables del calentamiento terrestre».

Lamentable y sorprendentemente, el sector de la moda es la segunda industria que más contamina en el mundo. Y, sin ninguna duda, ha llegado el momento de que se tomen medidas serias y cartas en el asunto. Por eso, muchos de los diseñadores que han presentado sus desfiles en el festival han utilizado materiales reciclados para sus diseños. De esta forma tan consciente y sostenible, la firma Keperezachico ha vestido a sus modelos con diferentes bufandas, banderas y camisetas de varios equipos de fútbol conseguidas plataformas web destinadas a la compraventa de prendas de segunda mano.

Una ambientación de ensueño

Por supuesto, todo ello ambientado en un escenario único: L’Hemisfèric de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Su pasarela circular no hace sino convertir el lugar en un rincón todavía más especial. La ambientación ha sido clave y ha estado inspirada en los polos, glaciares, el deshielo y la crecida y calentamiento de los mares y océanos. Así pues, los colores azul y blanco han sido los protagonistas del Clec, tanto en su decoración como en el dress code o código de vestimenta que han lucido los invitados e invitadas.

Bajo el hashtag #clecwhitemergency todos los asistentes al festival han podido etiquetar sus fotografías y apoyar la visibilización del cambio climático. Desde luego, no puede ser más acertado uno de los lemas del festival «Honrarás el bonito planeta en el que vives y por eso consumirás moda con cabeza». Un necesario mantra que inspira a reducir las prendas que se utilizan combinándolas con creatividad para no comprar tanta ropa. Y, también, a hacer uso del mercado de prendas vintage, de segunda mano o de alquiler que tan en auge está.

Si te has quedado con más ganas de saber más sobre el festival, puedes consultar todo lo que ocurrió en la pasada edición desde nuestro blog.